Vamos a empezar Octubre con otra entrada referente a las pieles agredidas por cortesía del Club de la farmacia de Almirall, es importante conocer las necesidades que va a tener nuestra piel despues de la depilación, ver las diferencias entre la clásica y la láser, cada vez estamos más preocupados de no hacer cierta la frase de "donde hay pelo hay alegría!", ahora ya no!! disfrutadla!!!
Pieles
agredidas II: depilación clásica y por láser
Artículo cedido por El Club
de la Farmacia
Activar, reparar y renovar la piel dañada por
prácticas dermoestéticas de moda como la depilación requiere tratamientos
garantizados e inocuos. Los principios activos de la centella asiática se han
revelado altamente eficaces como epitelizantes regeneradores de las pieles
agredidas.
La piel funciona como una barrera protectora
que aísla al organismo del medio que lo rodea, protegiéndolo y contribuyendo a
mantener íntegras sus estructuras. Prácticas tan habituales en nuestros días
como la depilación clásica o con láser pueden causar alteraciones en la
integridad de la piel.
A continuación analizaremos qué tipo de
lesiones puede causar la depilación y qué tratamientos deben aplicarse.
Depilación clásica
La depilación es una técnica que consiste en la eliminación
del vello de alguna zona del cuerpo. Las técnicas clásicas de depilación son
aquellas que ofrecen un resultado temporal: afeitado y aplicación de ceras
calientes/frías o de cremas depilatorias a base de tioglicolatos de sodio o
potasio, etc.
Las lesiones más frecuentes que puede causar la depilación
son las que resultan de la aplicación de agentes físicos directamente sobre la
piel: efecto del calor, la tracción de la piel o las abrasiones.
Las lesiones de la piel requieren una
actuación rápida para asegurar una buena regeneración del epitelio y evitar la
aparición de dolor y de posibles complicaciones por infección
Ante una lesión por depilación debe seguirse un protocolo
básico:
– Lavado inicial de la zona con agua y jabón. El secado se
debe realizar con toques suaves (debe evitarse siempre el frotado).
– Aplicación de agua o compresas frías para reducir la
inflamación.
– Puede aplicarse un producto epitelizante con componente
antiirritante para favorecer una rápida reparación y renovación de la
epidermis.
– No suele ser necesaria la aplicación de antisépticos o
productos con elevado contenido en alcohol.
– Cuando se observen signos de sobreinfección, debe
valorarse el uso de un antibiótico o un producto con efecto bactericida.
Las áreas lesionadas suelen regenerarse en menos de una
semana. Se deberá tener la precaución, en adelante, de evitar el agente causal,
o bien de valorar si se ha usado incorrectamente.
Depilación con láser
La depilación con láser es
la aplicación de energía en forma de luz intensa sobre el folículo piloso, lo
que causa una lesión irreversible sobre éste, y el vello tratado se debilita y
cae en pocos días. Es una técnica eficaz en pacientes o zonas de piel clara y
pelo oscuro y grueso.
Las zonas del cuerpo
humano donde más se aplica esta técnica son las ingles, las axilas y las
piernas. No obstante, hay una serie de limitaciones en el uso de la depilación
con láser (ver la Tabla 1). Además, se aconseja una hidratación
óptima de la piel antes de iniciar el tratamiento.
El rayo láser puede
provocar con frecuencia un enrojecimiento de la piel o signos de inflamación
(edema alrededor del folículo), aunque son lesiones de carácter leve o
transitorio. Sólo en menos de un 1% de los casos puede aparecer foliculitis,
hiperpigmentación o hipopigmentación, costras, púrpura, erosiones, cicatrices,
fotofobia, incremento transitorio de la pilosidad o edema palpebral.
En España se ha limitado
la potencia de las radiaciones y se contraindica el uso para menores de 18 años
y embarazadas. Además, se desaconseja el uso de aparatos de bronceado en grupos
de riesgo: fototipos cutáneos I y II, cuando existen lunares atípicos o
múltiples y en el caso de antecedentes familiares de cáncer de piel.
El tratamiento de las
lesiones cutáneas producidas por la depilación con láser se centrará en:
– La aplicación de frío
local, que reduce la extensión de la inflamación superficial y el dolor. Se
puede realizar aplicando compresas frías.
– Si aparecen signos
inflamatorios, puede utilizarse un producto con propiedades epitelizantes que
asegure una correcta regeneración del epitelio afectado. Para casos más
complicados, se aconseja el uso de algún cicatrizante combinado con
antibiótico.
– El lavado con agua y
jabón suele ser suficiente para prevenir el riesgo de sobreinfección.
TABLA 1. Limitaciones
en el uso de la depilación con láser
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– Evitar en caso de hirsutismo o hipertricosis si no
se ha realizado previamente un estudio adecuado.
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– No utilizar en pieles bronceadas.
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– No se recomienda la
exposición solar tras el tratamiento, debido a que aumenta el riesgo de
quemaduras.
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– No aplicar a personas con
tratamientos farmacológicos a base de fenitoína, fenotiacinas, griseofulvina,
hipoglucemiantes orales, AINEs, quinolonas, tetraciclinas o antidepresivos,
ya que se corre el riesgo de que aparezca fotosensibilidad y fotoalergia.
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– No se recomienda en personas de raza negra, durante
el embarazo ni en la lactancia.
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– Se ha de evitar en caso de
herpes simple recurrente, fiebre y/o infecciones.
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Referencias:
Adaptado de "Tratamiento de las pieles agredidas", Carlota
Santaella, farmacéutica especializada en Dermofarmacia. Artículo original
publicado en el nº 28 de la revista Innova (junio de 2010).
Artículo
original: Pieles
agredidas II: depilación clásica y por láser
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